El coaching ontológico nos permite abrir las puertas para observarnos cómo estamos siendo y se pone de manifiesto a través de las conversaciones.
Mediante ellas podemos: elegir cambiar nuestros hábitos por otros que nos abrirán a nuevas posibilidades; aprender a gestionar nuestras emociones; conocer cómo nos habla nuestro cuerpo. Podemos cambiar definitivamente nuestra mirada si decidimos quitarnos los anteojos de siempre por otros que, usados conscientemente, nos permitirán caminar libremente en la perfección del mundo de lo incierto.
Con el coaching ontológico entrenamos el SER mediante preguntas que nos acompañarán a encontrar las repuestas en nuestro interior, a alinear nuestro valores, objetivos y creencias, a observar lo que no estamos teniendo en cuenta, a ver otras posibilidades para conseguir los resultados que estamos esperando.
El árbol de las palabras muestra alguna de las tantas posibilidades que se abren en el coaching ontologico.