Este estilo de vida es nuevo para mí y estoy en pleno aprendizaje día tras día.
Hasta hace un tiempo nunca me había detenido en la frase “Menos es más”.
Si bien mi hijo me hablaba sobre el minimalismo y de su precursor en
la arquitectura, el arquitecto Mies Van Der Rohe, jamás me hubiera
imaginado que en pocos meses estaría inmersa en él e interesada
activamente en experimentar la propia manera de vivirlo.
Gracias a esta elección comencé a vivir el desapego. Dejar caer de la mochila donde cargaba lo que tenía que no generaba bienestar. En esta mochila no solo había cosas materiales, sino también: emociones reprimidas, estrés, ansiedad, miedos, control, relaciones…. Y todo lo que no es indispensable para VIVIR.
El nuevo camino a recorrer es el de la simpleza, la franqueza, la claridad, la humildad, la valoración de uno mismo y del otro, el tiempo de calidad, la tranquilidad interior y el bienestar. Me comprometí a transitar estos valores para seguir adelante en este hermoso despertar y a mostrar que podemos cambiar el rumbo de nuestras vidas abriendo nuestro corazón a posibilidades desconocidas.
Excelente pensamiento. El minimalismo es una forma de vivir la vida y de ver las cosas